Más allá de las palabras

21 abril 2006

Encantado de haberme conocido


Borja. Este es mi nombre. Quizás si hubiera podido elegir algún otro lo hubiera hecho, pero ahora estoy conforme de lo que mis padres decidieron sobre mí. Lo hicieron, según me han contado, para no caer en la banalidad de lo común y lo común en 1990 no era Borja, sino David, Daniel. José, Alejandro o Jorge.
Bonitos nombres todos ellos, pero hoy por hoy no los cambiaría por el que tanto cariño he cogido.

Tras casi 16 años de haber estado recorriendo caminos sin un sentido marcado claro, se podría decir que poco a poco, voy encontrando la vocación, o la vocación me va encontrando a mí. El orden de los factores no altera el producto, o al menos eso dicen aquellos que manejan los números, o que creen manejarlos.

Si escribo, no es porque para mí sea un pasatiempo más, sino porque creo que las cosas que uno piensa han de ser trasformadas en palabras y éstas tienen que quedar plasmadas en un lugar que no sea el recuerdo, puesto que todo se olvida, queramos o no queramos. Por eso el recuerdo no es un lugar seguro para guardar tesoros, y las frases, vivencias, experiencias y opiniones de cada uno, son tesoros y todos ellos muy valiosos.
Escribir no es más que eso; ser capaz de trasmitir sentimientos y sensaciones.

Nunca escribía. Ni siquiera cuando sabía que podía y debía hacerlo. Jamás sentí la necesidad de contar lo que a otros pudiera interesar, simplemente, porque a esos "otros", ni me los imaginaba.

Nunca creía en mí mismo, ni en la capacidad que muchos osaban otorgarme para este arte, el de escribir. Un arte en triste peligro de extinción hoy en día, en este mundo con problemas más importantes por resolver, que los propios problemas humanos.

Nunca he sido escritor y espero no serlo jamás. El hecho de reducir la minúscula contribución al mundo en el que uno vive, a una porción más insignificante aún (como lo es el hecho de un solo empeño), es matar toda ansia de saber y conocimiento que uno puede llegar a tener.


No hace ni siquiera un año (y hoy es 21 de Abril) que por una casualidad de eso que llamamos destino, una buena combinación de los factores que influyen en la suerte o quién sabe qué, conocí a lo único que desde entonces se puede calificar como mi verdadero motor vital. Eso que silenciosa pero efectivamente mantiene tu respiración, activa la sinapsis de tus neuronas, incita la segregación de hiel por parte de tu hígado, motiva el movimiento de los huesos de tu cuerpo o induce los latidos de tu corazón. Todo aquello que hace que sigamos viviendo en este, nuestro maravilloso y tan asqueroso mundo.

No le puedo poner nombre a ese motor vital, aunque no dudéis que lo tiene. Tampoco le puedo poner belleza, ni simpatía, ni ojos qué a cualquiera volverían loco, ni dulce carácter, ni voz suave y enamoradiza, ni preciosos rasgos agitanados en su rostro... no se los puedo poner, aunque no dudéis que los tiene.

Seguramente, mas de una vez os habréis preguntado qué ocurriría si consiguiéramos detener el tiempo. Cuántas personas lo querrían, cuántos malos momentos serían borrados y cuántos bellos recuerdos no se perderían en el cruel olvido del que todo somos, queramos o no, presa en algún momento.

Yo hace tiempo que ya lo hubiera parado, pero de haberlo hecho me habría condenado a mí mismo a no avanzar, a no ponerme objetivos cada vez más inalcanzables, barreras que superar, cada vez a mayor altura.
Por eso procuraré que, a pesar de todo lo que me vaya rodeando y atrapando a lo largo de mi vida, Ella y todo lo que representó en su día para mí, tenga siempre un sitio privilegiado en el único lugar en el que yo tenga la certeza absoluta de que podré encontrarla si la busco.

He de ser sincero. Jamás pensé que pudiera encontrar algo que dejara tanta huella en mí. Como cualquier persona, tuve amores. Unos fueron superficiales, otros más profundos. Unos quisieron conquistarme y después clavarme su aguijón envenenado, otros solo quisieron clavarme el aguijón. Hubo algunos inconfesables y los hubo pasajeros, momentáneos, dolorosos, inaccesibles, inadecuados, incondicionales y condicionados, ingeniosos e ingeniados, inequívocos y puede que equivocados...

Pero el que sentí por Ella tiene una cualidad que lo hace diferente a cualquier otro: Inmortal
Todos los demás fueron y pasarán. El suyo fue, es, será y nunca morirá.

-el llanero solitario

2 comentarios:

  • Te animo a ti, y por supuesto, a todo el mundo a seguir escribiendo, para así no tener que guardar más “sensaciones” en los recuerdos, porque como bien dices, los recuerdos acaban pasándonos factura y nos terminan dejando para siempre, porque como seres humanos que somos, terminamos por desgracia a veces y por fortuna otras muchas, olvidando, pero la escritura jamás nos abandona.

    Es increíble poder leer sensaciones tales como las de una persona y su verdadero “motor vital”. Me compadezco y a la vez me veo reflejado, como si de un espejo se tratará, al leer algunas cosas de las que tan sabiamente has escrito.

    Todos tuvimos, tenemos y tendremos amores inequívocos y puede que tal vez equivocados... pero pocas veces, y me atrevo a decir, solo una vez en la vida, tendremos algo a lo que podramos llamar “motor vital”. Tal vez, nos equivoquemos con nuestro motor vital, o pensemos que lo era y nos demos cuenta de que en realidad no lo es, o a lo mejor, simplemente nos seduzca de tal forma que no dudemos un instante en atraparnos en su tela de araña como si de una “viuda negra” se tratará.

    Pero otras veces, esperamos – y buscamos – durante toda nuestra vida, ese motor vital, y puede que jamás se encuentre, o que jamás aparezca, también puede que tal vez se plante solo una vez ante nosotros y no volvamos a verlo nunca más, excepto en nuestro corazón donde parece haberse quedado a vivir como un mendigo sin hogar.

    Yo creo que lo que nos hace levantarnos todo los días de la cama, y seguir teniendo ganas de vivir son nuestras “sensaciones”, nuestros verdaderos motores vitales. Para algunos esos motores vitales residen en cosas como el dinero, la fama o el poder, para otros residen en la amistad, la ilusión o los sueños, pero para mi, el mejor motor vital es el del amor… no creo que halla cosa más bonita en el mundo que despertarte una mañana junto a la persona a la que amas...


    [ www.devicente.ar.gs ]

    De Anonymous Anónimo, A las 27/4/06 19:20  

  • Dice 27/04/06 pero en realidad hoy es 12 de Junio del 2008.

    No me gusta escribir demasiado ... solo encontré tu blog buscando fotos de Egipto ...y termine leyendo tus palabras ...en realidad ahora que lo pienso me gusta escribir ...pero no me gusta que me lean...
    Por tanto admiro tu capacidad de escritura TAN REAL... donde las sensaciones son una foto exacta..de sensaciones que pasan en el alma ...de otras personas ... un mapa perfecto ... que no me indica como llegar a ninguna parte ... pero al menos es un mapa!
    Admiro también tu capacidad de permitir que otros te lean..

    Ojala sigas permitiéndolo ...

    Saludos desde Montevideo , Uruguay.

    De Anonymous Anónimo, A las 12/6/08 15:29  

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