Más allá de las palabras

10 noviembre 2006

Paranoia. Ésta sin mensaje oculto.


¿Qué me está pasando?
Tantas bofetadas acaban pasando factura. Querer, poder y sin embargo quedarse a las puertas.
Ni decir lo que uno siente. Ni siquiera sentir lo que uno dice. ¡Qué triste!
Actuar. Ser un personaje más en la obra teatral de la vida. Ser el caos. Estar desocupado. Quererme a mí mismo.
Andar abstraído. Sin levantar la vista. Las once de la noche y sólo unos insignificantes metros, unas ventanas, separan lo que soy de lo que quiero ser. Qué de estupideces digo cuando me envenenas.

El show debe continuar. La muerte no es la solución. Desgraciado aquél que así lo afirme. Quizás olvidarse de los problemas sí nos pueda ayudar a empezar a ser felices ¿no? No lo sé. ¡Ignoro tantas cosas!
Incluso aquellas que creo intuir juegan conmigo, llevándome de un lado a otro como si fuera una maldita peonza.

Estoy casi seguro de saber que eres para mí lo mismo que yo soy para ti. Casi seguro. Sólo me hará falta una sonrisa más en el momento adecuado para que ese casi desaparezca. Pero el problema es: ¿merece la pena sufrir? Vale, si tuviéramos decenas de vidas que gastar, podríamos plantearnos arriesgar en una. No ocurriría nada si fallamos, tenemos más. Lo bueno de la vida es que es única. También es lo malo.


-Borja

1 comentarios:

  • En cierto diálogo de cierta peli (Match Point) de Woody Allen dicen algo que quizá logre ayudarte:
    "LA DESESPERACIÓN ES EL CAMINO MÁS FÁCIL"

    Ala...a meditar!

    De Anonymous Anónimo, A las 10/11/06 19:17  

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