Más allá de las palabras

14 febrero 2007

Quisiera tenerlo tan claro

Nada encaja ¿verdad? Cada instante te dicta una sentencia distinta. Cada momento te hace sentir diferente. No lo tienes claro. Yo tampoco y es normal. La confusión es mi enemigo. Me cuesta mucho tener las cosas claras y sólo cuando lo intento entiendo que no hay nada que entender. ¿Difícil? Sí, pero sigo en la brecha, luchando por hacer sencillo lo imposible. Y es duro cuando no hay por donde comenzar. O si no, dime ¿por dónde empezarías tú a construir una ilusión? Yo no lo sé, por eso te lo pregunto, no creas que es una pregunta retórica. Hace tiempo que tengo todas las respuestas, pero me falta una pregunta. La pregunta tímida que siempre se quedó escondida tras el telón. Su sombra es alargada y hace que me oscurezca en pleno día.
La oscuridad no me da miedo. Es la luz cegadora la que hace surgir mis temores más absurdos. Podría seguir en esta situación media vida, en penumbra, pero sería tan triste que prefiero morir ahora, cegado por tu luz, quemado por tus palabras. Y no son frases huecas. No son frases bonitas carentes de sentido. No son frases de un enamorado anclado a su musa. Ni tampoco las palabras se perderán cuando acaben estas líneas. Cegado por tu luz, quemado por tus palabras. Repetirlo me sale gratis: cegado por tu luz, quemado por tus palabras. Así es como quiero vivir, a pesar de no tenerlo claro y mientras sigo buscando la respuesta a una pregunta que resbala entre mis manos, pienso en ti y sólo dos palabras son capaces de poner un punto y seguido a esta confusa declaración.
Sólo dos palabras.

TE QUIERO

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]



<< Inicio