Más allá de las palabras

10 febrero 2007

Nuevo error. Creo que no es malo cometerlos. En absoluto. Lo verdaderamente perjudicial es no salir heridos de esos errores. No me refiero a las heridas que todos vemos cicatrizar, no. Estas heridas son diferentes. Quizás no sean heridas, sino huellas que van quedando marcadas a golpe de quemadura. Marcas de vivencias, mejores o peores, siempre presentes y aconsejables. Todos las necesitamos, hasta los más duros de la película que creen ser inmunes a los fallos.
Es un error (de nuevo) el no aceptar lo que nos ocurre. Primero entender. Segundo reflexionar. Tercero concluir. Por último actuar. En ese mismo orden.
Es pura lógica básica. Aunque no siempre lo lógico sea lo correcto, ni lo básico sea lo sencillo, como habrán podido comprobar los valientes que hayan llegado al final de esta pseudo narración en clave de caos y confusión que finaliza, afortunadamente, aquí y ahora. Mis disculpas pues.

La mirada invencible se creó como una vía de escape. Un refugio para los sueños que cualquiera puede almacenar. En este caso el “cualquiera” me tocó ser a mí y los sueños e ilusiones eran los míos, lógicamente. Aunque lo lógico, una vez más, no sea lo correcto.
Es una vía de escape, porque las palabras son la forma de expresión de todo aquello que no se puede mostrar con la voz. Es la forma de expresión de los que no podemos ser sinceros cuando tenemos frente a nosotros unos ojos que aun siendo invencibles, quieren ayudarnos a entender lo que pasa por su mente.

La mirada invencible es un refugio para los sueños. Yo los he ido guardando aquí, sabiendo que estarían a salvo de la realidad que me toca vivir. Se acepte o se niegue, hay dos mundos: el que vemos y el que imaginamos.
Nos alojamos en el primero, porque es más fácil no cuestionarse la existencia de las cosas y preferimos conformismo, lo cual es lógico pero no correcto.
Cuando nos hartamos de aquello que tenemos, nos damos un breve paseo por el segundo mundo, el imaginario, el de los sueños, las ilusiones, las utopías, las fantasías, el dolor, las heridas, el de una mirada que nos venció, el ilógico.
¿Cuál es real? Tocamos el primer mundo, sentimos el segundo.

La mirada invencible no es real. La historia que en ella se contó sí lo es, todo lo demás es falso.
¿Los sentimientos? Efímeros. ¿La realidad? Es diferente. ¿El viaje? Duró poco. ¿La vida? Continuará, no hay otra. ¿Repetirse? Las puertas nunca se cerraron. ¿Mismas sensaciones? Nadie podrá evitarlo. ¿Intentarlo? Merece la pena. ¿Quieres? Por supuesto que quiero. ¿Llegará el día? Quizás. ¿Miedo? A hacer daño. ¿Amor? Amistad. ¿Atracción? Siempre la hubo. ¿Decisión? Sólo en mi mente. ¿Libre? Encadenado. ¿Sincero? No puedo.

La mirada invencible ha acabado. Ha vencido. Ganó la batalla, pero no ganará esta guerra. No mientras yo esté aquí para evitar que eso ocurra.
Aunque no lo puedas leer, te quiero


2 comentarios:

  • Cada día escribes mejor murmutu, qué novela te va a salir... una joya!! :D.
    Conque perdiendo batallas... aunque sea una guerra, y esperemos que nunca acabe esta guerra de miradas, no debes dejarte vencer!
    ... gana la siguiente batalla... :D
    Mil besitos murmutu, boquilleador, mirador, robacorazones!

    De Blogger ChicaJazmin, A las 10/2/07 23:15  

  • Sabes nadar en las profundidades del sentimiento y de los actos, reconociéndote como un ser mortal que vive y que deja que vivan en él. Tus palabras tocan el alma porque hacen parte de ella al tener la virtud de narrar con palabras
    lo que a duras penas y el sentimiento puede sostener.

    De Anonymous Anónimo, A las 11/2/07 15:59  

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