
Si no me equivoco, el artículo fue escrito por Eduardo Galeano (autor del que, por cierto, recomiendo sus breves relatos: fáciles de leer y con una moraleja más o menos profunda pero siempre moralizante).
Bien, como iba diciendo, el artículo es de este autor latinoamericano y habla sobre nuestro comportamiento de cara al resto del mundo que nos rodea. Existen –existimos– dos tipos de seres según Galeano:
Uno) Espejos: la gente los mira pero no ve nada, sus miradas convergen en un punto, son rechazadas y devueltas a su dueño. Es necesario romper ese espejo si queremos adivinar pensamientos, pero con cuidado, evitando que alguna pequeña esquirla quede clavada en el corazón. Débil corazón, es por eso que necesita esa protección y estar a salvo de miradas indiscretas.
Dos) Cristales: la gente los mira y es capaz de ver todo aquello que guardan dentro de sí. No importa lo escondido que pueda estar, el cristal nos ayuda a descubrirlo. El cristal, al contrario que el espejo, no se rompe. Sólo deja que veamos lo que sucede tras su pared vidriosa pero impide que entremos. El corazón está a salvo de morir desangrado, pero los sentimientos quedan estampados en ese cristal protector.
Y ahora la duda que me llena y me vacía, la pregunta que me hace caminar en vaivén es la obvia que se podía esperar de un ser básico y superficial: ¿qué soy yo?
Como ocurrió en cierta ocasión cuando un policía preguntó a un sospechoso de aun no tengo claro qué crimen: “¿quién es usted?” Y él respondió: “si sabe responderme a esa pregunta, le estaré eternamente agradecido.”
Yo aún espero respuesta...
-Borja
2 comentarios:
¿Realmente la quieres?
De
ChicaJazmin, A las
8/3/07 20:03
Creo que eres de los primeros...un espejo, cabroncete! Bueno, qué sabré yo, tan sólo soy un espejo acristalado...¿ese tipo existe? Ya me seguiras contando...
De
Anónimo, A las
8/3/07 20:08
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