De Mario Benedetti a George W. Bush
Cuando el mundo se acabe por sorpresa
y no esté tan a mano el infinito
y no sirvan la súplica ni el grito
y el cielo se nos quede sin promesa
.
si todo el que se fue ya no regresa
y nadie asume el hambre como un rito
los muertos ya no tienen apetito
y los niños se mueren de tristeza
.
si llegan esa noche y ese día
en un orbe de veras liquidado
sin azar sin milagro sin destino
.
en la Casa tan Blanca y tan vacía
usted perdurará tan despiadado
tan necio como siempre y tan mezquino.
...
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