Cuando la amistad lo invade todo
Desconozco si seré capaz de recordar todo lo que ahora mismo llevo inscrito en mi mente durante mucho más tiempo, así que decido sacarlo ahora a la luz para evitar que quede oscurecido por siempre.
Cuando la amistad lo invade todo es imposible parar la inundación inminente que se produce en nuestros sentidos, en nuestros recuerdos, en nuestros logros y fracasos, en nuestra vida. Es inevitable sentir un leve hormigueo en el estómago cuando almacenas las experiencias vividas junto a tus amigos y las repasas breve pero concienzudamente. Intentas que no se te escape esa sonrisa pícara cuando una anécdota graciosa acude a tu mente, pero no puedes. Es inútil resistirlo.Y fue así como digo, queriendo almacenar vivencias para no perderlas, cuando esa sonrisa llegó a mí y tardo largo tiempo en abandonarme...
No fueron muchos días y sin embargo, tampoco me quejo por defecto. Fueron los justos para aprender lo bueno y lo malo de compartir las (a veces tan cortas) veinticuatro horas del día con aquellas personas a las que consideras –quién sabe por qué– tus amigos.Dicen que los viajes de fin de curso son de esas cosas que no se olvidan. Como tu primer amor, tu primer beso, tu primer fracaso, y el segundo y el tercero, tu primer impulso de ser libre y dejarlo todo... y a pesar de todo, tiene un encanto especial que lo hace único.
Vuelas montado en una nube imaginaria, no sientes los pies, ni las manos, ni los labios, los ojos o el pelo, nada de tu cuerpo material. Solo sabes que eres libre, que tu alma, tus sueños, tu mente, tus deseos, tus inquietudes, todo ello vuela contigo, impregnado en ti. Y lo mejor de todo es que comprendes que no es un algo individual y propio de ti mismo, sino que el resto de gente que vuela contigo en las nubes adyacentes tiene esas mismas ilusiones y su rumbo es idéntico al tuyo. Buscan el tesoro más preciado que un adolescente puede soñar alcanzar: La Amistad
Y miras a tu alrededor y observas como muchos lo persiguen, algunos ya lo han logrado, otros están de camino, se acercan, están lejos pero saben que el premio final que les espera compensa para partirse el alma en el intento. Es tan complicado – y tan utópico – el hecho de poder lograr una definición clara y concisa de la Amistad, que todos aquellos que lo han intentado han resultado heridos por la incomprensión de los que luchan contra los sueños (infelices todos ellos) o muertos por la intolerancia de aquellos que defienden lo anteriormente (quién sabe si justa o injustamente) establecido como lo único existente y por tanto, totalmente dominante. Siento no poder expresarme con más claridad y lucidez, con palabras bonitas que entren más suavemente a nuestro interior o con frases que aparenten mayor belleza; pero lo escrito, que suele ser lo pensado, escrito queda.
Antes de terminar lo que ya expira, me gustaría recordar una lección, que seguramente muchos de los que leen esto ya sabrán: “La amistad es la cosa más difícil en el mundo de explicar. No es algo que aprendes en la escuela. Pero si no has aprendido el significado de la amistad, en realidad no has aprendido nada.”No hay que buscarle definición a la amistad, simplemente el significado propio para cada cual.
(Para todos aquellos que tuvieron las fuerzas de aguantarme y la bondad de regalarme infinidad de buenos momentos y experiencias en el Viaje de Fin de Curso del año 2006. Fue un verdadero honor el haber compartido la nada que tenemos en el todo que nos rodea. Va por ustedes).
-El llanero solitario
Cuando la amistad lo invade todo es imposible parar la inundación inminente que se produce en nuestros sentidos, en nuestros recuerdos, en nuestros logros y fracasos, en nuestra vida. Es inevitable sentir un leve hormigueo en el estómago cuando almacenas las experiencias vividas junto a tus amigos y las repasas breve pero concienzudamente. Intentas que no se te escape esa sonrisa pícara cuando una anécdota graciosa acude a tu mente, pero no puedes. Es inútil resistirlo.Y fue así como digo, queriendo almacenar vivencias para no perderlas, cuando esa sonrisa llegó a mí y tardo largo tiempo en abandonarme...
No fueron muchos días y sin embargo, tampoco me quejo por defecto. Fueron los justos para aprender lo bueno y lo malo de compartir las (a veces tan cortas) veinticuatro horas del día con aquellas personas a las que consideras –quién sabe por qué– tus amigos.Dicen que los viajes de fin de curso son de esas cosas que no se olvidan. Como tu primer amor, tu primer beso, tu primer fracaso, y el segundo y el tercero, tu primer impulso de ser libre y dejarlo todo... y a pesar de todo, tiene un encanto especial que lo hace único.
Vuelas montado en una nube imaginaria, no sientes los pies, ni las manos, ni los labios, los ojos o el pelo, nada de tu cuerpo material. Solo sabes que eres libre, que tu alma, tus sueños, tu mente, tus deseos, tus inquietudes, todo ello vuela contigo, impregnado en ti. Y lo mejor de todo es que comprendes que no es un algo individual y propio de ti mismo, sino que el resto de gente que vuela contigo en las nubes adyacentes tiene esas mismas ilusiones y su rumbo es idéntico al tuyo. Buscan el tesoro más preciado que un adolescente puede soñar alcanzar: La Amistad
Y miras a tu alrededor y observas como muchos lo persiguen, algunos ya lo han logrado, otros están de camino, se acercan, están lejos pero saben que el premio final que les espera compensa para partirse el alma en el intento. Es tan complicado – y tan utópico – el hecho de poder lograr una definición clara y concisa de la Amistad, que todos aquellos que lo han intentado han resultado heridos por la incomprensión de los que luchan contra los sueños (infelices todos ellos) o muertos por la intolerancia de aquellos que defienden lo anteriormente (quién sabe si justa o injustamente) establecido como lo único existente y por tanto, totalmente dominante. Siento no poder expresarme con más claridad y lucidez, con palabras bonitas que entren más suavemente a nuestro interior o con frases que aparenten mayor belleza; pero lo escrito, que suele ser lo pensado, escrito queda.
Antes de terminar lo que ya expira, me gustaría recordar una lección, que seguramente muchos de los que leen esto ya sabrán: “La amistad es la cosa más difícil en el mundo de explicar. No es algo que aprendes en la escuela. Pero si no has aprendido el significado de la amistad, en realidad no has aprendido nada.”No hay que buscarle definición a la amistad, simplemente el significado propio para cada cual.
(Para todos aquellos que tuvieron las fuerzas de aguantarme y la bondad de regalarme infinidad de buenos momentos y experiencias en el Viaje de Fin de Curso del año 2006. Fue un verdadero honor el haber compartido la nada que tenemos en el todo que nos rodea. Va por ustedes).
-El llanero solitario