Más allá de las palabras

31 diciembre 2006

¡Feliz dos mil siete!

-Borja

30 diciembre 2006



Necesitaba versos
y versos he encontrado.
En su intento son vanos,
en su celda, aun presos.

Quería regalarte
egoísmo exacerbado.
Los sueños oxidados,
la sonrisa y el arte.

La primavera ausente
con una esquina rota.
El sabor a derrota
y el olor a mi gente.

Necesitaba un beso,
aun no lo he hallado.
A su destino anclado
Y de su celda, reo.

-Borja

Uno menos...

Ya le han colgado. Aunque me pregunto una cosa desde la fina ironía que me caracteriza, mezclada con el humor más negro que conozco; ¿no había sitio en la horca para poner otra cuerdecita y colgar de ella a cierto presidente nativo de Texas?
En realidad, preferiría que no hubiese ni horcas, ni sillas eléctricas, ni inyecciones letales... Me hubiera gustado ver como Sadam Husein se pasaba el resto de su vida sin ver amanecer, tras unos barrotes oxidados, en una celda mugrienta, aunque eso sí, con un mínimo de derechos humanos. Esos mismos derechos que él nunca aplicó, esos mismos derechos de los que George W. Bush se olvida cuando se trata de satisfacer sus ansias imperialistas.
Paz.

-Borja

Señales

¿Nunca habéis sentido todo el mundo girando a vuestro alrededor?
La sensación de creer que todo pasa por algo. Pensar que a pesar de que el destino se halla esfumado queda algo de su presencia. Imaginar sueños cumplidos por muy absurdos que resulten. Sentir ese miedo, que parecía olvidado, cuando ves que todo se une por ti.
De verdad, ¿nunca lo habéis sentido?

¿Nunca habéis sentido la magia rodeando vuestro cuerpo?
Esa magia que no se puede ver si no la sientes, pero que puedes intuirla cuando pasa cerca de ti. Los acordes de una guitarra que llegan a tu piel y se clavan en el alma. La voz cautivadora. La magia ajena que se contagia con el roce de las sonrisas.
No me digáis que nunca la habéis sentido.

¿Nunca habéis sentido las señales? Señales. Hablo de señales, hablo de la casualidad, de la coincidencia, no hablo del destino ni de la suerte. Hablo de las señales, de las huellas que vamos descubriendo y a las cuales nos aferramos en el camino de nuestros sueños. Hablo del anticipo de una gran sensación, del comienzo de una vida diferente. Hablo de las señales porque aparecen en mi vida. Y aparecen por algo. Es el tren con destino Ilusión que esperará en la estación de mi adolescencia hasta que todo acabe y el sueño desaparezca, tras una nube blanca...

Simplemente. Señales.

-Borja

29 diciembre 2006

Comienza la vida.

No recuerdo una tarde tan... como esta. No sé muy bien que adjetivo darle aunque diré los mismos que te he dicho a ti; subrealista, irrepetible. Un sueño.
Ha empezado algo. Tú lo llamarás la acción. Sí, es un buen nombre. También sirve la locura, la felicidad, la sensación de haber estado montados en una nube, la risa tonta e incontrolable, el brillo en unos ojos que parecían recién iniciados en la ilusión... ¡Ilusión! Esa es el palabra que buscaba. Ilusión. Ilusión. Ilusión.
La puedes repetir las veces que quieras, pero siempre tendrá significados diferentes. Y el significado de esta tarde es mágico. Nunca había sentido la ilusión, o al menos nunca la había sentido tan a flor de piel como hoy. Tan profunda pero tan superficial, tan superficial que seguro que podías verla rodeando mi sonrisa. ¿La has visto?
Yo sí he creído verla cerca de ti, cuando han comenzado los acordes de la guitarra, cuando te has acercado a Mai con la ilusión de que leyera un papel donde iban escritos parte de nuestros sueños, cuando te ha contestado y tu has asentido con tu cabeza sin saber muy bien donde estabas, cuando hemos intentado acercarnos, cuando hemos estado hablando con ellos. Yo he visto la ilusión en los ojos de una de mis mejores amigas y eso, sólo eso ha bastado para que pueda escribir que la tarde del 28 de Diciembre de este año 2006 que está a punto de morir, halla sido la mejor que recuerdo.

Quizás podría escribir más, pero desde lo alto de esta nube se pierde la perspectiva de la vida y sólo se ven los sueños. Ojalá estemos en ella mucho tiempo, querrá decir que nos acercamos cada vez más a lo único por lo que estamos aquí, una ilusión.


-Borja

26 diciembre 2006

¿Qué tal? Jodido, gracias.

Hace varios días que no me encuentro.
Al principio pensé que todo sería pasajero, como siempre, que las cosas volverían a la normalidad como de la normalidad se habían ido. Pero no.
Es algo mucho más fuerte. Mucho más profundo que todo lo anterior.

Yo era de los que solía creer en un mundo ideal. Era de los que pensaba que todo podía arreglarse con una sonrisa. Uno de esos ilusos que creía en sí mismo... Antes.
Ahora soy el tipo superficial, irónico por necesidad y sentimental por defecto, que una vida de altibajos ha creado.

No entiendo nada. Cada cierto tiempo creo ver señales que me dicen: ¡Ahora, hazlo!
Pero no confío en mí. Peco de cobardía. Siempre fui un cobarde. Uno de esos cobardes que prefería herirse a sí mismo por dentro en vez de dejar fluir palabras y sensaciones.
El cobarde que tantas cosas perdió... Pero eso sí, un cobarde que reniega de su pasado y que ahora se siente seguro para decir: “Este es el último atardecer que pierdo en vano. Ahora empieza mi vida.”

-Borja

25 diciembre 2006

Poesía en la Gran Vía


Mi breve dedicatoria:

Apenas dormía la vida
en las aceras de Madrid.
Regalándonos sus poesías
leve placer el que se sentía.
Leve placer, ver sonreír.

Aún existe la utopía
aún se puede ser feliz.
Aún florece la alegría
en aquel humilde jardín

Estos que siguen son los versos de un genio. Un genio que regalaba poesía. Un genio loco que regalaba sueños:



Romance del Deseo
Tener un jardín quisiera
de nardos y crisantemas
de violetas imperiales
de naranjas y de almendras.
Tener un jardín tranquilo
al mismo tiempo violento.
Un jardín como la luna
y la rosa de los vientos.
Tener un jardín quisiera
donde tu sueño y el mío
deshojasen mil secretos.
Tu boca junto a mi boca
tu cuerpo junto a mi cuerpo
en lo alto una bandera
con asta de sacramento.
Una bandera que cubra
mis viejos crespones negros.
Luto y pena en mi agonía
sin estrellas ni luceros.
Tener un jardín quisiera
dorado como tu pelo.
Tener un jardín tranquilo
al mismo tiempo, violento...

(El genio que lo escribió se llamaba Enrique. Su despacho; la Gran Vía de Madrid. Sus armas; un papel y una pluma. Sus lectores; cualquiera.)
Borja

22 diciembre 2006

En el mundo sin protección

He perdido mi protección. Un caparazón que ha eclosionado y que la vida ha terminado por resquebrajar. Ya no sé si alguna vez existió o fue mi simple sueño de vivir protegido lo que me hizo creer en su falsa presencia.
Hoy soy más débil que ayer. Mañana las cosas me afectarán de verdad. Lo sentiré todo como jamás pude hacerlo.
El haber vivido engañándome es agua pasada. Ahora comienza algo. ¿Qué algo? Ni idea y eso, la incertidumbre del futuro, es lo que comienza a llenarme.

La flaqueza de mis sentimientos

- María: Entonces eres socialista...

- Pablo: ¿Por?

- María: Mi padre dice que todos los pobres son socialistas porque les prometen que van a quitarle todo a la gente que no es pobre.

- Pablo: Menuda empanada tiene tu padre.

- María: ¿Tú también eres socialista?

- Pablo: No, yo soy bolchevique.

- María: ¿Y eso qué es?

- Pablo: Pues mira, los bolcheviques no nos conformamos con quitarle todo a los ricos, eso no cambiaría nada. Lo que hay que hacer es fusilarlos. A los ricos primero y a los pobres después, ¡fusilarlos a todos!

- María: Te estas riendo de mi. Es una broma...

- Pablo: No.

- María: Sí.

- Pablo: Mira, yo no soy nada y si fuese algo dejaría de serlo por ti.

-Borja

19 diciembre 2006

Locos

Cualquiera diría que es de locos salir a la calle cuando anochece, cuando la temperatura se avergüenza de sí misma y desciende. Cualquiera diría que es de locos el no hacer nada. O que es de locos quedarse a las puertas de un espectáculo, oliendo la miel pero sin poder saborearla.
De locos, para algunos, es hablar de temas tabú en un portal. De locos, atarse los cordones sin haber estudiado en Cambridge. De locos es reírse. De locos es ponerse serios. De locos es descubrir.
Ser locos no es hacer locuras.

¿Hay mayor locura que vivir el regalo de la vida?

Borja

15 diciembre 2006

Breve. Por ella. Para ella.

Para ella que aguanta mis crueldades con cariño. Para ella que es mi pepita grillo. Para ella que sueña aunque lo dé todo por perdido. Para ella que tanto miedo tiene. Que no se encuentra. No sabe que será, no sabe que ha sido.

Por ella que se estresa. Por ella que desvela algún secreto y guarda tantos otros bajo esa débil piel de fresa. Por ella que escribe y no espera ser leída. Que quiere cambiar el mundo, cerrar heridas.

Porque se lo merece. Porque la casualidad de conocerla estaba escrita, porque sí, porque quiero escribirlo, porque qué mejor que decirla: GRACIAS


-Marmo

Sonrisas regaladas

Dicen que sonriendo mueves decenas de músculos faciales. También dicen que si sonríes eres feliz. Bueno, esto último lo dejamos a un lado...
En realidad me encanta sonreír, reírme como un loco. Que se entere todo el mundo que me estoy riendo. Hacer cualquier tontería, aprovechar cualquier circunstancia para soltar unos cuantos berrinches de felicidad.
Yo regalo sonrisas. Son gratis, ¿quieres una?

11 diciembre 2006

El Metro y sus historias

Porque en cualquier lugar, en cualquier ocasion, en el momento mas inesperado surge alguien que nos engancha. Que buen lugar es el Metro...

Amor y Metro, unidos de la mano. Este anuncio es el mejor que he visto en la historia de la television, me encanta.
Espero que tambien a vosotros.

Borja

06 diciembre 2006

Amor en un suspiro

Hay momentos en la vida de cualquier persona que marcan principios y finales de épocas. También hay vidas que se resumen en un momento.
Cuando lo más simple se convierte en lo más romántico te das cuenta de cómo es imposible ponerle barreras al corazón. Nosotros sólo somos marionetas en manos de unas pasiones que nos llevan a la dulce locura del amor.

Es duro guardar un secreto dentro de uno mismo. Más aun si ese secreto te quema tu vida, si ese secreto lo llevas desde el primer momento. Más aun si lloras dejando que ese secreto muera.
Porque nadie va a buscar la razón de esas lágrimas. Porque te sientes solo y no conoces el remedio. Porque escribes palabras en un cuaderno, palabras que te salen del alma. Porque quieres que ella lo sepa y no encuentras el momento.

Imaginas escenas inolvidables, sólo cuatro fotografías. Tus manos tiemblan. Quieres que la vida pare en ese instante, que esa mirada de fuego y pasión sea eterna. No dejar que el tiempo escape. Tantas cosas y solamente puedes llorar. Hablar es imposible. Ha sido tanto tiempo escondiendo lo obvio y tantas noches llamando en vano a la esperanza.
Tan cerca que los cuerpos se unen, los ojos brillan, las lágrimas resbalan y dibujan una sonrisa única.
La sonrisa de unos enamorados. El amor resumido en un suspiro. Un suspiro que resume la vida.

- Dedicado a todos los que viven enamorados de un sueño

05 diciembre 2006

Sol, luz y esperanzas.


El futuro que los más agoreros nos escriben es negro. El mío, una persona que siempre intenta mirar las cosas por el lado positivo, es muy gris. Es decir, parece que por una vez los extremos tienden a juntarse y no precisamente gracias a una buena causa, sino a todo lo contrario.

Lo sé, he sido demasiado ambiguo en esta breve introducción.
Sólo añadiré un par de palabras: Cambio climático ¿os suena?

“Si hay Sol, existe la luz. La luz al final del túnel es la esperanza”

-Borja

03 diciembre 2006

Paranoia. Disimulos


Los disimulos no sirven
Oscurecen la verdad

Sabe mejor que nadie
Afrontar la realidad
Busca dentro de mí
Esa sinceridad,
Sinceridad que algún día tendrá

Tira la ilusión
En un baúl de sueños rotos

Quema esperanzas
Unidas a la vida
Irá tropezando
Escapará con la brisa
Resumiendo su historia
Olvidando su sonrisa

Ahora sé que me quiere.
Lo supe siempre.
Basta ya de mentirla.
Ahora y antes, ahora y siempre.

-Borja

02 diciembre 2006

Tan ingenuo como siempre

Verte sonreír es un regalo del cielo, una bendición aun a falta de dioses. Sólo acercarme a tu piel es sentirla dentro de mi, volar hasta tus ojos y descubrir que brillan al mirarme. Saber que me quieres y sin embargo no entender porque guardas las palabras que algún día habré de oír. Cuidar los detalles, tender la mano como si fuera el puente al paraíso. Apartarla cuando empiezo a caminar sobre ella, y no saber. Hacer coincidir dos caminos, convertirlos en uno: en el tuyo, en el mío. Nuestro. Romper las distancias, liberar los gestos. Dejarnos expresar, quitarnos la careta, el disfraz. Dejar de actuar, en un teatro que jamás existirá, en el cuadro que un genio nunca se atrevió a pintar. En la fotografía en blanco y negro, en la imagen de la soledad, la de una niña que saltó al mundo real pero que jamás borró, los sueños que algún día logrará.

La niña que maduró, la primera noche que lloró por amor. Una niña que ha crecido, ha sabido decir no, aun llora por las esquinas de su humilde habitación. Viendo como la vida se le va por la ventana, desciende la calle helada. Esa vida que a mi me da el calor. Esa vida que ella me entrega, sólo a cambio de oír mi voz. No pide mucho, ella es así, guarda en los cajones alguna lágrima aun por mi. Y yo, tan ingenuo como siempre susurro en el silencio, Gracias por quererme tanto como yo te quiero a ti...

-Borja

01 diciembre 2006

Cuatro genialidades de Gustavo

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten en los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me has querido un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.



Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... la he visto y me ha mirado...
¡hoy creo en Dios!



Dejé la luz a un lado y en el borde
de la revuelta cama me senté,
mudo, sombrío, la pupila inmóvil
clavada en la pared.

¿Qué tiempo estuve así? No sé: al dejarme
la embriaguez horrible de dolor,
expiraba la luz y en mis balcones
reía el sol.

Ni sé tampoco en tan terribles horas
en qué pensaba o que pasó por mí;
solo recuerdo que lloré y maldije,
y que en aquella noche envejecí.



De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.

Y esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.

Lo siento


El cielo comenzaba a dibujar una extraña silueta. Las nubes se apartaban, el Sol se iba apagando. Los restos de la agonía reflejaban un temor, una oscuridad a la que sólo plantaban cara los destellos de luz que aun resistían el envite del destino.
El aire dejo de moverse durante unos instantes, la paz era total. Ella respiraba hondo, como queriendo captar la esencia de la vida y robarle unos segundos a la muerte.
Dejó que su sonrisa fuera libre, independiente, traviesa una vez más. Le permitió aparecer en su rostro tras mucho tiempo de tristeza.
Recordó el beso. Aquél beso. El primero y el último. El único.
Y pensó que la vida le daría más de lo que imaginaba. Pensó que las lágrimas habían sido demasiadas tiempo atrás. Creyó ver en las nubes un corazón, también imaginó unas manos.
Cerró sus ojos, queriendo entrar en el sueño.
Las puertas de la realidad se abrieron,
y una voz le susurró... Lo siento, pero te quiero.

-Borja