Más allá de las palabras

28 octubre 2006

Las lágrimas de Scarlett


Dicen de las musas que se las considera tal, de manera inequívoca, cuando nosotros (los que las admiramos) sufrimos cuando ellas lloran, nos alegramos cuando ríen, nos sentimos culpables cuando cometen errores o rozamos la felicidad en el momento en que ellas logran lo que se proponen.
Es decir, la musa es nuestra alma fuera de nuestro propio cuerpo. Difícil de entender.

Se puede ser adicto a las musas pero sabiendo que existen límites que no hemos de sobrepasar. Yo soy adicto a la belleza de Scarlett Johansson y sin embargo entiendo donde acaba dicha adicción. Te puedes quedar enganchado a una persona como Scarlett. Y sí, digo enganchado con todo lo que acarrea esa palabra. Saber unirse a ella pero sobre todo saber despegarse a tiempo.
Es el fenómeno fan el peligro. Vivir por alguien a tientas. Engancharse y no soltarse. Volverse loco, en definitiva.

Las lágrimas de Scarlett no sólo humedecen sus mejillas. También consiguen mojar ligeramente las sensaciones de uno y ablandarlas. Esa es la adicción; ser capaz de ver en las lágrimas de la musa que admiras, tus propias lágrimas.
Ella es así. Consigue entrar en mí y hacerme sentir todo lo que ella quiere que sienta. A veces siento que yo sólo soy la estúpida marioneta sostenida en sus manos. Supongo que eso lo dice todo sobre la actriz.
Su sonrisa lo dice todo como persona.

-el llanero solitario

25 octubre 2006

Descubriendo a Mario


Estas interminables noches de lluvia dan para mucho. Entre otras cosas para descubrir a nuevas personas y a su vez, a nuevos hombres que dejaron constancia de lo vivido con lo escrito.

La antepenúltima entrada del blog era sobre Mario Benedetti y la poesía que tan amigablemente le dedicaba al señor Bush, presidente de la mayor democracia del mundo. Y la más destructiva tanto en factores naturales como humanos. Bueno, quizás Israel le iguale en ésto último en tanto democracia que nos hacen ver que es.
Pero intentaré dejar este tema apartado, por muy irascible que pueda resultar tanto para el que escribe como para el que lee y me centraré en el hombre, en Mario. Mario Benedetti.

Nunca me gustaron las biografías personales vistas desde un modo morboso, es decir, indagando en temas íntimos del biografiado. Por eso me limito a conocer lo que considero que tenga valor real acerca de quien investigo. Aquello que me aporte unos ligeros conocimientos que pueda poner en práctica o simplemente, lo que me llame la atención.
Y hoy, aquí y ahora no quiero hablar de Mario como persona; para ello existen páginas, bibliotecas, archivos etc donde consultarlo facilmente. Tampoco quiero hablar de su obra en cuanto a obra (por la misma razón por la que no deseo hablar de su persona). "¿Qué quiere éste, entonces?" te preguntarás.
Sólo quiero hablar de lo que transmiten sus poemas. El ejemplo del poema "a G.W.B" es una clara ilustración, como tantos otros pero y ¿qué tal si reprodujera un poema que no escribió Mario Benedetti pero que al leerlo advirtió su belleza y decidió plasmarlo en su libro "Poemas de otros"?

Creo que un poema que lee un poeta y que le apasiona, tiene más valor que el que lee cualquier otro. Al menos es mi opinión.

Estados de ánimo
.....
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
.
unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano
.
a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas
.
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
.
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
.
sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.
.....
-el llanero solitario

20 octubre 2006

¿Coincidencia?

Hace ya algún tiempo publiqué aquí, en el blog, un breve relato dividido en tres entregas titulado La tristeza de Marta.
El pasado Domingo leyendo el País Semanal (número 1.568, Príncipes de Asturias en la portada incluído) me encontré con una carta de cierta lectora hablando sobre...¡La tristeza de Marta!
Quería esta seguidora de la publicación dominical de El País felicitar a Almudena Grandes por su artículo del 1 de Octubre de 2006 titulado de dicha forma.

Supongo que es una absurda coincidencia, pero intenté hacerme con aquél artículo y aquí lo encontré.
La temática no se parece. Tan sólo existe un paralelismo (si así se quiere ver) en el fondo, que es el mismo: la tristeza de una mujer que sufre.
Quizás una tontería, sí, pero eso fue suficiente para que mis sueños echaran a volar. Dejaré que se muevan libremente por el aire...
PD: En esa misma sección de cartas de los lectores hablaban sobre Mario Benedetti. Días antes había publicado una poesía suya...
·
¿Coincidencia? Todo suele empezar con alguna.

-el llanero solitario

12 octubre 2006

De Mario Benedetti a George W. Bush


Cuando el mundo se acabe por sorpresa
y no esté tan a mano el infinito
y no sirvan la súplica ni el grito
y el cielo se nos quede sin promesa
.
si todo el que se fue ya no regresa
y nadie asume el hambre como un rito
los muertos ya no tienen apetito
y los niños se mueren de tristeza
.
si llegan esa noche y ese día
en un orbe de veras liquidado
sin azar sin milagro sin destino
.
en la Casa tan Blanca y tan vacía
usted perdurará tan despiadado
tan necio como siempre y tan mezquino.
...


Yo soy yo y mi vida

La vida son etapas que hemos de ir superando.Aquellos que son más fuertes resisten hasta las más duras subidas, los máximos repechos imaginables y los que no lo somos tanto, nos quedamos sin aire precipitadamente, antes de ponernos a prueba.Lo gracioso de la vida es que no es etapa única. Si fallas, tienes opción de remediarlo. Si no fallas, no mereces vivir.

Se pueden establecer infinitos paralelismos con la vida. Yo sólo he puesto a prueba uno de ellos; las etapas de la vida, pero también pueden ser capítulos de un libro del que nosotros y únicamente nosotros, somos narrador, protagonista, el bueno, el malo, el fracasado, el victorioso, el que se rinde, el que muere persiguiendo un sueño, el que sonríe, llora, grita. Así nuestro libro tendrá tantos capítulos como etapas vayamos cumpliendo en nuestra vida. Tantas páginas como sentimientos tengamos que describir, y terminará cuando queramos dejar de escribir en él y dedicarnos a vivir la vida que nos han propuesto.

Si vivir fuese tan simple como pensaba, la vida no tendría gracia.

·el llanero solitario

01 octubre 2006

Locura


Ultimamente la locura y yo nos hemos ido haciendo buenos compañeros de viaje. Ya casi somos amigos.
Ella me da ilusiones imposibles. Yo dejo que ella siembre sus semillas en mí. Ella enciende una hoguera. Yo me encargo de mantenerla viva, aportando leña.

Es un trabajo de equipo; entre yo y la locura, la locura y yo.
La locura es un cierto placer que sólo el loco conoce.

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.


- el llanero solitario